Tengo razones para ser optimista
Con el Universo, VENCEREMOS

(Ideas ampliadas de escritos anteriores)

(Los conceptos emitidos en este escrito son personales, no comprometen a las organizaciones en las que participo).

 

Mira a tu alrededor. ¡Todo eso ha sido puesto allí para nosotros! ¡Qué maravilla!

 

Tenemos un Universo perfectamente diseñado para la vida, para la Conciencia. Decenas de parámetros tuvieron que ajustarse con precisión para que existamos.

 

Como, por ejemplo, la magnitud de las fuerzas electromagnética y gravitacional; si la relación entre ambas fuese ligeramente diferente, no existiría el Universo, al menos como lo conocemos.  La relación entre las fuerzas fuerte y débil también es impresionantemente exacta, en el núcleo de los átomos; si hubiese variado una mínima parte, no se hubiese constituido la materia. También es muy preciso el tamaño de las partículas elementales de la materia; si fuesen ligeramente mayores, o menores, tampoco existiría el Universo.

 

Igualmente es asombrosamente preciso el tamaño y distancia entre los diversos astros, lo que ha permitido la formación de la vida y nos protege de los asteroides. Impresionantemente precisa es el porcentaje benévolo y siempre constante de 21% de oxígeno en la atmósfera.

 

Podríamos hacer una lista de páginas y páginas de “coincidencias” que se han dado en el Universo, sin las cuales la vida no sería posible.

 

Todo está dispuesto para ser protegidos. Tenemos un Sol que nos calienta y nos provee de energía para la vida. Si el Sol fuese de mayor tamaño, o de menor tamaño, no podría albergar un planeta con vida. Disponemos de un planeta, ni muy alejado, ni muy cerca de la estrella madre, a la distancia justa para albergar la vida. Y un satélite, la Luna, del tamaño y distancia exactos. ¿Para qué?, para protegernos de los meteoritos. Nuestros planetas hermanos completan esa protección: sin Júpiter, estaríamos calcinados por los meteoritos que él misericordiosamente atrae.

 

Nuestro planeta es sabio. Dispone de un magma que, al girar más lento que la corteza, genera un campo magnético que nos protege de radiaciones malignas para la vida. Así mismo, nos ha sido dada una atmósfera que en su parte alta dispone de una capa de ozono que repele también cuerpos y radiaciones cancerígenas.

 

Nuestro Sistema Solar tiene una ubicación privilegiada en la Vía Láctea, ideal para que surja la vida en él.

 

Y la lista sigue y sigue.

 

¡Qué maravilla!

 

Tenemos una atmósfera para disfrutarla. No sólo nos garantiza el oxígeno, ¡siempre constante en un 21%, sino que nos acaricia, nos refresca, nos protege.

 

Nuestras hermanas las plantas aseguran que sea así, que tengamos siempre el oxígeno necesario y se capte del dióxido de carbono que expulsamos. ¡Todo funciona en un ciclo multidiverso perfecto, hecho para nuestra protección! Las hermanas plantas nos alimentan, nos nutren, nos ayudan a crecer. Y todos los seres están aquí en armonía perfecta, en equilibrio circular. Biodiversidad perfecta. La Naturaleza nos da todo lo que necesitamos para subsistir, a todos los que aquí habitamos y a muchos más si sabemos conservar el equilibrio.

 

Tenemos un Universo que nos da energía para miles de millardos de seres. Una Tierra que tiene la capacidad de darnos protección para todos los que aquí vivimos y muchos más, de cualquiera de los reinos, bacterias, archaeas, protistas, plantas, hongos y animales. Nos alimenta a todos, en perfecta circularidad multidiversa. Satisface todas nuestras necesidades. Por eso la sabiduría popular dice: “Dios proveerá”; pero yo prefiero decir: “Dios proveyó”. Nos ayuda a crecer con perfecta simetría. Nos protege, y cuando nos enfermamos, muchas veces por no seguir su sabio curso, nos sana. Un Universo que trabaja para nosotros con amor y armonía, que garantiza nuestra supervivencia. Con profundo amor, trabaja para nosotros según una ley y orden perfectos, alternando entre los opuestos.

 

Todo eso es nuestro, fue puesto allí para nosotros. Aunque lamentablemente no hemos sabido compartirlo equitativamente.

 

Un Universo que nos va llevando, lenta e inexorablemente, a grados cada vez mayores de Conciencia.

 

Observa más de cerca, como tu cuerpo tiene sabiduría perfecta. Él sabe cómo formarse desde un par de células que se aman, va creciendo en armonía perfecta, cada órgano en su dimensión exacta, para cumplir su función precisa en un cuerpo perfecto.

 

¡Todo es orden en el Universo! ¡Todo es evolución, hacia grados mayores de complejidad, de organización, de Conciencia! Vida y Conciencia, sinónimos, van creciendo en una espiral ascendente, sin fin, hacia el infinito.

 

¿Es eso Dios? Con seguridad Dios trasciende infinitamente todo eso, incompresiblemente. Pero sabe mostrarse para que lo amemos. Lo vislumbramos a través de ese maravilloso Universo que no es más que una tenue expresión de su Naturaleza.

 

¿Y puede alguien afirmar que no venceremos?

 

La Tierra, en toda su historia, ha sido azotada por al menos ocho catástrofes.

1.    Hace unos 2.400 millones de años, apareció una atmósfera rica en oxígeno que hizo posible la vida tal como hoy la conocemos, pero exterminó a los seres unicelulares que habían dominado el planeta.

 

2.    Hace 443 millones de años, una catástrofe ocasionó la extinción del 85% de las especies del planeta, debido posiblemente a una gran glaciación que cubrió Gondwana, a lo que siguió un rápido calentamiento que de nuevo subió el nivel de las aguas, pero dejó océanos pobres en oxígeno y ricos en metales tóxicos.

 

3.    Hace 372 millones de años, se exterminó un 75% de todas las especies. Pudo ser por el volcanismo, el impacto de un objeto espacial, o incluso por las plantas, pues sin herbívoros que controlaran su proliferación, la explosión de vida vegetal provocó un fuerte descenso del CO2 atmosférico, que redujo el efecto invernadero, desencadenando un enfriamiento global.

 

4.    Hace 260 millones de años, erupciones masivas liberaron dióxido de carbono y metano, que causan un fuerte calentamiento global.

 

5.    Hace 252 millones de años, la mayor extinción en la historia terrestre, debido posiblemente a un episodio volcánico masivo, o el impacto de un objeto espacial. Extinción de más del 85% de las especies. La Tierra tardó 4 millones de años en recuperarse.

 

6.    Hace 201 millones de años, debido a un nuevo cataclismo volcánico en la región actual del océano Atlántico, que acabó con el 80% de las especies, diezmando sobre todo a los cocodrilos y los mamíferos, y permitiendo que los dinosaurios se convirtieran en los reyes del Jurásico, el periodo posterior.

 

7.    Hace 66 millones de años, abarcó el fin de la era de los dinosaurios, debido al impacto de un asteroide de unos 12 kilómetros con la potencia de 10.000 millones de bombas atómicas. También pudo haber actividad volcánica. Acabó con el 75% de la vida terrestre. Los mamíferos, hasta entonces pequeños animales que se escondían bajo tierra, tuvieron su oportunidad de multiplicarse, hasta dar origen al ser humano.

 

8.    Ahora: Antropoceno, debido al ser humano. Pareciera que estamos empeñados en malograr a nuestra Madre Tierra.

 

Pero ella no se dejará. Las extinciones masivas han sido una constante en la historia heroica de la Tierra. Pero el surgimiento de la vida y la consciencia lo han sido más.

 

Meteoritos con fuerzas destructivas miles de veces mayores que todo nuestro arsenal atómico no pudieron con la Tierra, no pudieron con la vida. ¡Y decimos que vamos a acabar con la Tierra! Pequeñas hormigas prepotentes, antropocéntricas, que creemos podemos destruir el hormiguero. ¡Ni con la Tierra, ni con la Vida podremos! Ni siquiera tenemos capacidad de destruir a la especie humana. Podríamos, sí, destruir la civilización, esa estructura débil, inestable, ya lo hemos hecho varias veces, pero siempre ha renacido, trepando con la vida por la escalera de Ser.

 

Puede que en momentos coyunturales logremos, con nuestra prepotencia, hacer retroceder el curso de la evolución. Pero la fuerza inmensa de la evolución pronto logra reestablecer el curso ascendente.

 

¡No hay fuerza contra revolucionaria que pueda contra la evolución de la Conciencia!

 

A pesar de habernos empeñado en ir contra el curso de la vida (con la “Modernidad”, con sus hijos el capitalismo, el comunismo del siglo XX, y el Neoliberalismo), la humanidad encontrará en su momento su camino como parte de la Filiación Universal. Sabremos retomar el camino de nuestra naturaleza, trepando por la sabia espiral ascendente. Seguiremos evolucionando en sabiduría y Conciencia, acercándonos al Padre.

 

Si con alguna palabra podemos describir ese objetivo, yo lo seguiría llamando socialismo, aunque el que dibujamos en nuestras mentes hoy en día es sólo una tenue imagen del destino que nos corresponde. Se han hecho varios intentos fallidos de implementarlo, en momentos históricos en que la civilización humana no estaba aún preparada.

 

Pero algunos me han dicho: “Muy hermoso todo eso. El Universo avanza amorosamente hacia grados ascendentes de consciencia. Pero, aquí en la Tierra, estamos empeñados en destruirnos”.

 

Está bien. Aceptemos por un momento que no sólo lográsemos acabar con la civilización humana, sino con el ser humano como tal. ¿Qué pasaría?

 

La vida renacería de nuevo, como la ha hecho en al menos siete oportunidades anteriores. Tal vez sea cierto que existieron los Atlantes, los Lemures, cuyas civilizaciones desaparecieron por causas misteriosas. De otras sabemos que efectivamente existieron y desaparecieron, como los Romanos, los Mayas… Pero nuevas civilizaciones han surgido. La vida siempre surge, busca caminos.

 

Pero si aún si lográsemos acabar definitivamente con la civilización humana, e incluso con la vida en la Tierra, y hasta con el planeta completo, prepotente asunción, pero aceptémosla momentáneamente, aún así, tengo razones para ser optimista.

 

Nuestra Tierra tiene, creemos, unos 4.500 millones de años.  Y es un pequeño puntito en el Universo. Las mismas cualidades asombrosas que tiene nuestra Tierra, la tienen miles de millones de planetas en el Universo conocido. Así que hay inmensas probabilidades de que se haya desarrollado vida en cientos de millones de ellos. Y con toda seguridad, la ciencia asegura, que en millones de ellos podría haber vida “inteligente”. En algunos casos más evolucionada que en la Tierra.

 

Así que, si el experimento del Universo fracasara aquí en la Tierra, con toda seguridad hay millones de planetas en los que hay civilizaciones con un desarrollo tecnológico y espiritual que la Tierra.

 

Por tanto, el Universo, como un Todo, evoluciona hacia mayores grados de complejidad y conciencia.

 

Estoy convencido que Somos Uno. Así que, aquí en la Tierra o en cualquier parte del Universo: ¡VENCEREMOS!

 

Seguramente tú tienes mucho que opinar al respecto. De hecho, Pionero, Pionera, tú perteneces a esa nueva generación de líderes que traen nuevas ideas acerca del devenir social.

 

Para alinearnos con ese glorioso futuro a que nos lleva el Universo, es necesario sacar lo máximo de nosotros mismos. Sacar a la luz nuestro potencial infinito.

 

Te invito a unirte a Espiritualidad y Revolución. Participa en esta Revolución Universal que tiene tres caras: la personal (ética, espiritual), la más importante; la social (familiar, comunitaria, nacional) y la mundial (ratificación de la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra). Son tres, inseparables, como las tres patas de un taburete; si una falla, se cae.

Leopoldo Cook
31 agosto, 2022
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