SANCIONES AL IMPERIO
Leopoldo Alberto Cook y Antonorsi
23/09/2019
El señor Donald Trump, como expresión del Complejo Militar Industrial NarcoFinanciero (CoMINF, prefiero llamarlo así y no “El Imperialismo”, pues se identifica más claramente el enemigo de la humanidad), ha estado emitiendo sanciones unilaterales, al margen de las Naciones Unidas, a pesar de que la ONU fue diseñada para seguir los intereses de los ganadores de la Segunda Guerra Mundial.
El mundo presenta hoy en día unas cinco o seis grandes contradicciones, cuyos desequilibrios gobernarán la transición hacia la nueva civilización post moderna:
ü La pugna entre las transnacionales (CoMINF) y las naciones-estado. Las primeras, buscando formalizar el gobierno mundial de facto que ejercen. Las segundas atrincherándose en su “soberanía”. Existen pugnas internas entre diversos sectores oligarcas, buscando una recomposición del capital.
ü A esto podemos agregar la pugna entre unipolaridad (Imperialismo) y multipolaridad. Naciones-estado importantes (China, Rusia, BRICS) disputan a EE.UU. la supremacía mundial. De hecho, EE.UU. conserva la preponderancia militar, más no ya económica y tecnológica. Esta contradicción puede considerarse parte de la anterior.
ü Cambio Climático (en todas sus nueve expresiones ambientales), consecuencia directa de los postulados del modernismo que dieron origen al capitalismo (y su derivado el imperialismo), e incluso al socialismo materialista del siglo XX.
ü Liberación femenina, lucha expresión de una más amplia contra el antropocentrismo, característico también de la modernidad. Yo en particular prefiero hablar de “Humanismo”, para equipar a ambos géneros como actores.
ü Desempleo, Pobreza, aspectos que no podrán ser resueltos dentro del marco de la actual civilización.
ü Y el cisma cultural entre aquéllos pocos (1 al 5%) que tienen la visión de mundo suficientemente evolucionada para avizorar e impulsar la nueva civilización, y la gran mayoría de la población mundial que vive alienada en los viejos esquemas paradigmáticos. Es triste que las grandes mayorías, llamadas a fundar la nueva sociedad, no conozcan la “buena nueva”.
Esto plantea tres tipos de actores: El CoMINF, que trata de preservar el poder y llevarnos a un gobierno mundial tipo hermano mayor, fascista. Las naciones-estado, que luchan por su “soberanía”. Los pueblos, dormidos aún, que tienen el llamado a construir la nueva sociedad.
Los pueblos están poco organizados a nivel global, pero se está dando un fenómeno exponencial. Las naciones-estado, si bien constituyen por su esencia una traba para el desarrolla de la civilización global democrática y sustentable, son nuestro aliado transitorio contra el CoMINF.
Se perfila la necesidad de un gobierno mundial anti imperialista, democrático y federado de naciones y pueblos libres, bajo un nuevo paradigma de la civilización, un paso integral, de la unidad en la diversidad, anti imperialista, holista, en correspondencia con las tendencias de cambio que se están observando en la humanidad. Unidad en la diversidad, respetando una soberanía “solidaria” y complementaria (tu soberanía termina donde comienza la del otro), la autodeterminación de los pueblos, el desarme, la paz, la no violencia, la convivencia pacífica, el biocentrismo y la sustentabilidad, la justicia, la democratización de la educación, las tecnologías y las finanzas, con economías locales y regionales en un mercado controlado.
A diferencia de la ONU, que representa los intereses de los ganadores de la Segunda Guerra Mundial y que sólo “recomienda”, queremos un gobierno mundial con un Parlamento fuerte, en el que estén representados los pueblos y las naciones. En particular, promovemos un gobierno mundial bajo los principios del "Manifiesto de la Federación de la Tierra" y la "Constitución de la Federación de la Tierra", ratificada ya por miles de ciudadanos del mundo.
Para atacar esas contradicciones he planteado 10 razones para una protesta mundial, que se haga todos los sábados:
1. Cambio climático (los nueve problemas: el cambio climático, el agotamiento de la capa de ozono, la contaminación del aire, la pérdida de biodiversidad, la conservación de la tierra, la extracción de agua dulce, la carga de nitrógeno y fósforo, la contaminación química y la acidificación de los océanos).
2. Paz. Cese a las armas de destrucción masiva, a la intervención extrajera, a las bases militares.
3. Ciudadanía Universal: cese a las fronteras, libertad de migración. Somos un solo planeta.
4. Derechos Humanos: libertad, derecho a la vida, a la vivienda.
5. Autodeterminación de los pueblos.
6. Igualdad mundial del salario para igual trabajo, sin distinción de país, raza, sexo, etc.
7. Igualdad de género.
8. Democratización de la educación, de la tecnología, de las finanzas (tecnología y créditos accesibles a todo emprendedor) y del acceso a la cultura mundial.
9. Honestidad de los líderes y gobernantes.
10. Democracia real, sustantiva, participativa, social, política y económica.
Propongo esto al movimiento social mundial. Asumir la protesta global contra el CoMINF para ir unificando criterios. Y para cada una de las diez razones, identificar acciones concretas.
Así, ¿cuál es el producto / servicio (y la transnacional correspondiente) que afecta más al ambiente? ¿Cuál es la organización con más responsabilidad en la producción y uso de armas de destrucción masiva? ¿Cuál es la gran compañía con más implicaciones en la traba a los derechos de los migrantes? ¿Cuál es la gran empresa con mayor grado de responsabilidad en la violación de los Derechos Humanos? ¿Y en la violación a la autodeterminación de los pueblos? ¿Qué gran firma es la que más obstruye la igualdad mundial de los salarios? ¿Cuál será la firma transnacional que ataca más la igualdad de género? ¿Cuáles compañías son las responsables de que tengamos un secuestro de la educación, la tecnología y las finanzas? ¿Cuál es la transnacional con mayor responsabilidad en la corrupción de nuestros gobernantes nacionales? ¿Qué organización empresarial es la mayor responsable de la protección a regímenes fascistas?
Preguntas concretas, para identificar productos y servicios concretos, a fin de sancionarlos. No hablo de identificar naciones: sino empresas transnacionales, que son la representación del CoMINF.
Si Donald Trump se siente con autoridad para sancionar países al margen de la ONU, los pueblos, las gentes, tenemos autoridad moral para sancionar, boicotear, bloquear, todos esos productos y servicios que mantienen vivo un sistema que históricamente ya debería haber caído.
Una nueva civilización emerge, seamos pioneros para acelerar su aurora.