La forma espiralada de la historia (2)

05/09/2020

Para entender lo que pasa en el mundo, es necesario que hablemos de la espiral de la historia[1], algo más correcto que “ciclo” u “onda” (de Kondratieff), porque la historia no es simplemente repetitiva, predecible. Pero es predictiva, es un sistema complejo, gobernada por la teoría del caos, por ciertos atractores.

 

La historia se desplaza en forma de espiral ascendente. Ocurre en todos los tipos de sociedades. El capitalismo no es la excepción. Es más, en el capitalismo la potencia de esa dinámica es inmensa.

 

Todas las sociedades necesitan crecer, si no, terminan desapareciendo. El capitalismo se caracteriza precisamente por su incesante necesidad de crecer, como un cáncer.

 

En toda sociedad, al crecer, las fuerzas productivas llegan a alcanzar un desarrollo demasiado grande para las relaciones sociales vigentes. El choque de opuestos llega al punto que, o se destruyen las relaciones y se construyen unas nuevas, adaptadas a las nuevas condiciones, o las fuerzas productivas retroceden.

 

El cambio social solamente se produce cuando son las relaciones viejas las que ceden. La mayor parte de estas colisiones no llegan a nada, hay un empate: las relaciones se reconfiguran para que crecimiento continúe y las fuerzas productivas retroceden por un tiempo para volver a comenzar a expandirse.

 

Son las crisis existentes en cada tipo de sociedad, pero características y recurrentes del capitalismo.

 

Si bien hay un retroceso y adelanto, en la siguiente fase se parte de un nivel más elevado, las fuerzas no han sido obligadas a volver a cero. Entonces la historia ha avanzado, pero no en forma de onda sino de espiral. La nueva etapa arranca un nivel más arriba. Lo que significa que la próxima crisis tendrá una magnitud mayor.

 

Es una forma espiralada creciente.

La historia es caótica[2]. Es un sistema caótico de «nivel dos». El caos de nivel uno es caos que no reacciona a las predicciones sobre él. El tiempo meteorológico, por ejemplo. El caos de nivel dos es un caos que reacciona a las predicciones sobre él. Los mercados, por ejemplo, son un sistema caótico de nivel dos. También la política es un sistema caótico de segundo orden.

Es interesante comparar lo dicho con las teorías sociales tradicionales occidentales y orientales.

El marxismo, herencia occidental y del modernismo, tienes muchas bases filosóficas correctas e interesantes. Pero asume el carácter lineal del tiempo. La historia responde según él a una serie de leyes dialécticas expresadas en el Materialismo Histórico. La lucha de clases es la fuerza propulsora que, y tras el crecimiento de las fueras productivas en forma tal que facilitan unas relaciones sociales que se colocan muy por encima de lo que permiten las relaciones sociales existentes, crean tensiones que terminan siendo insalvables, produciéndose la revolución, con el salto a una relaciones sociales de mayor nivel.

En Oriente tenemos una visión interesante, la de P.R. Sarkar[3] (Ananda Marga, PROUT), que asume el carácter cíclico espiralado del devenir del universo, y por tanto de la historia, estableciendo cuatro tipologías sociales (guerreros, intelectuales, comerciantes, obreros) que tienden a caracterizar épocas históricas que se suceden unas otras: una sociedad orientada por el espíritu “guerrero” da paso a una de los “intelectuales”, para luego una de los “comerciantes” en un proceso evolutivo, para culminar en un proceso revolutivo con los obreros e reiniciar otro ciclo. En realidad, según él, no se ha completado aún un ciclo completo en la historia. Estamos antes esa gran revolución por venir.

Clare Graves[4], de occidente, toma el carácter cíclico del tiempo y propone, tras serios estudios de varias décadas, una tendencia de sociedades de tipo “yo” (que se orientan al desarrollo de la persona con preferencia sobre lo colectivo) y tipo “nosotros” (que dan prioridad a lo colectivo), que se alternan en forma espiralada, de modo que cada una incluye pero trasciende a la anterior. Es interesantísimo ver como esos ciclos se repiten en el desarrollo individual de las personas.

Es interesante observar que el ciclo de cuatro estadios de Sarkar se puede ver como un paso de dos veces del ciclo “yo” – “nosotros” de Graves: guerreros (yo) – intelectuales (nosotros) – comerciantes (yo) – obreros (nosotros). Es impresionante la convergencia.

En resumen, la historia avanza hacia niveles superiores de conciencia, en forma espiralada, como un sistema caótico, sujeto a fuerzas atractoras complejas, en las que la voluntad humana puede jugar un papel importante.


 

The spiral shape of history

09/05/2020

To understand what is happening in the world, it is necessary to talk about the spiral of history[5], something more correct than "cycle" or "wave" (from Kondratieff), because history is not simply repetitive, predictable. But it is predictive, it is a complex system, governed by chaos theory, by certain attractors.

History moves in an upward spiral. It occurs in all types of societies. Capitalism is no exception. Moreover, in capitalism the power of this dynamic is immense.

All societies need to grow, if not, they end up disappearing. Capitalism is characterized precisely by its incessant need to grow, like a cancer.

In any society, as the productive forces grow, they reach a development too great for the current social relations. The clash of opposites reaches the point that either relationships are destroyed and new ones are built, adapted to the new conditions, or the productive forces recede.

Social change only occurs when old relationships give way. Most of these collisions come to nothing, there is a draw: relationships are reconfigured so that growth continues and the productive forces recede for a time to begin to expand again.

They are the crises existing in each type of society, but characteristic and recurrent of capitalism.

Although there is a retreat and advance, in the next phase we start from a higher level, the forces have not been forced to return to zero. So history has advanced, but not in a wave but in a spiral. The new stage starts one level higher. Which means that the next crisis will be of a greater magnitude.

It is a crescent spiral shape.

The story is chaotic[6]. It is a chaotic "level two" system. Level one chaos is chaos that doesn't react to predictions about it. Weather, for example. Level two chaos is chaos that reacts to predictions about it. Markets, for example, are a chaotic level two system. Politics is also a chaotic second-order system.

It is interesting to compare what has been said with traditional western and eastern social theories.

Marxism, a western and modern heritage, has many correct and interesting philosophical bases. But it assumes the linear character of time. According to him, history responds to a series of dialectical laws expressed in Historical Materialism. The class struggle is the driving force that, and after the growth of the productive forces in such a way that they facilitate social relations that are placed far above what the existing social relations allow, create tensions that end up being insurmountable, producing the revolution, with the jump to a higher level social relations.

In the East we have an interesting vision, that of P.R. Sarkar[7] (Ananda Marga, PROUT), who assumes the spiraling cyclical character of the future of the universe, and therefore of history, establishing four social typologies (warriors, intellectuals, merchants, workers) that tend to characterize historical epochs that follow one another: a society oriented by the "warrior" spirit gives way to one of the "intellectuals", then one of the "merchants" in an evolutionary process, to culminate in a revolutive process with the workers and restart another cycle. In reality, according to him, a complete cycle has not yet been completed in history. We are before that great revolution to come.

Clare Graves[8], from the West, takes the cyclical nature of time and proposes, after serious studies of several decades, a trend of societies of the "I" type (which are oriented to the development of the person with preference over the collective) and the "we" type (which give priority to the collective), which alternate in a spiral way, so that each one includes but transcends the previous one. It is very interesting to see how these cycles are repeated in the individual development of people.

It is interesting to note that Sarkar's four-stage cycle can be seen as a two-time step of Graves's "I" - "we" cycle: warriors (me) - intellectuals (us) - merchants (me) - workers (we). The convergence is impressive.

In short, history progresses to higher levels of consciousness, in a spiral fashion, as a chaotic system, subject to complex attractive forces, in which the human will can play an important role.



[1] Ontología del lenguaje, Rafael Echeverría. Por supuesto, es necesario también recurrir a Clare Graves.

[2] De animales a dioses, Yuval Noah Harari.

[3] Sarkar, P.R. Economía Proutista. 1992. Sarkar, P.R. Discourses on PROUT. 1993.  Sarkar, P.R. Neohumanismo. 2012

[4] Ribeiro, Lair. El Poder de la Complejidad. 2007. Beck, Don / Cowan, Christopher. Spiral Dynamics. 1996.

[5] Ontology of language, Rafael Echeverría. Of course, you also need to turn to Clare Graves.

[6] From animals to gods, Yuval Noah Harari.

[7] Sarkar, P.R. Proutist Economics. 1992. Sarkar, P.R. Discourses on PROUT. 1993.  Sarkar, P.R. Neohumanism. 2012

[8] Ribeiro, Lair. The Power of Complexity. 2007. Beck, Don / Cowan, Christopher. Spiral Dynamics. 1996.

Leopoldo Cook
5 septiembre, 2020
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