En este mundo, todo oscila, a cada acción le sucede una reacción.
Si la amplitud es grande, la reacción es grande, por lo que el movimiento de vuelta es grande. Pensemos en un péndulo.
Las revoluciones generan contra revoluciones. Las grandes revoluciones, grandes contra revoluciones. Las grandes revoluciones despiertan grandes reacciones y traen períodos de inestabilidad oscilante.
Por supuesto, grandes revoluciones son necesarias en momentos de cambio de era. Sólo entonces. Suelen dejar cambios estructurales permanentes. Ejemplo: la Revolución Francesa. La que se avecina.
¿Cómo hacer para avanzar, evitando caer en un ir y venir continuo, en un movimiento pendular?
No podemos evitarlo, pero si modularlo, controlarlo.
Si vemos en macro el transitar del Universo, es evolutivo, hacia mayor complejidad, hacia mayor grado de conciencia.
Pero si afinamos el zoom, observamos revoluciones periódicas, momentos de saltos cuánticos. En realidad, la línea aparentemente continua de la evolución está compuesta de múltiples revoluciones en evolución. Muchas pequeñas revoluciones y algunas pocas grandes. Pero todas encausadas por un movimiento ascendente espiraloide.
¿Qué impulsa al Universo? Una fuerza que acumula complejidad. Cada nuevo desarrollo incluye y trasciende al anterior. Con más grado de consciencia.
En lo social, necesitamos mimetizar al Universo.
Necesitamos una revolución evolutiva (o una evolución revolutiva): pequeñas o medianas oscilaciones que, aunque sean contrarrestadas por otras en dirección opuesta, estén impulsadas por un gran empuje oculto tras ellas, en la dirección deseada. Las fuerzas de la reacción se distraen atacando a las pequeñas revoluciones, mientras la grande avanza.
Podemos tener un péndulo de amplitud pequeña, cargado a largo plazo hacia uno de los lados. Una evolución modulada por pequeñas revoluciones distractivas. A cada elongación reacciona una en dirección opuesta y de signo contrario. Pero la elongación a largo plazo, que pasa desapercibida, va llevando la evolución hacia el lado deseado.
Es decir, un sistema político alternante, con una dirección estratégica común. La dialéctica de la confrontación alimenta el avance en la dirección estratégica.
¿Y cuál es esa gran fuerza oculta, ese gran empuje? La conciencia de la gente. Cada logro alcanzado, incluye y trasciende a todos los anteriores.
Eso es la Revolución.
Ejemplo:
Arriba vemos un péndulo que oscila fuertemente, de izquierda a derecha, sucesivamente. Lo que se desplaza a la derecha, se desplaza luego a la izquierda.
Abajo, el péndulo hace pequeños desplazamientos. Primero a la derecha, se devuelve a la izquierda. Luego a la derecha, pero avanza un poquito más, gracias al empuje oculto, hacia la derecha. A cada oscilación, hay un movimiento contrario igual, pero el gran empuje va contribuyendo al desplazamiento.