Soberanía Nacional Fortalecida
Strengthened National Sovereignty

Soberanía Nacional Fortalecida

Leopoldo Alberto Cook Antonorsi

28/03/2023

 

Las élites mundiales, el “Imperio”, manipula el concepto de soberanía nacional.

 

Por una parte, lo defienden, exageran su importancia, para mantenernos divididos en 193 entidades fragmentadas.

 

Por otra parte, tratan de manipular el concepto de soberanía, resaltando, por ejemplo, la inmensa importancia de la reserva forestal para el clima mundial, para la regeneración del oxígeno y la captación del bióxido de carbono, así como la supuesta incapacidad de los gobiernos para manejar responsablemente esos recursos. Esto con el fin de fortalecer su poder mundial.

 

La soberanía es un concepto polémico y complicado hoy en día.

 

El establecimiento de un gobierno mundial federado democrático en los término planteados por la Constitución para la Federación de la Tierra, plantea, como cualquier otro proyecto de gobierno mundial, varias dificultades importantes, como la eliminación de las armas de destrucción masiva para alcanzar una paz perdurable, el sometimiento de los poderes transnacionales a las decisiones de la gente y la resistencia de los estados-nación que se consideran “soberanos”, para sólo nombrar tres de los grandes problemas.

 

Sólo porque estamos en una inmensa crisis civilizatoria que abarca todo, podrán seguramente darse las condiciones necesarias y suficientes para que un cambio se vuelva inevitable e irreversible.

 

La soberanía es el poder político supremo que corresponde a un Estado independiente, sin interferencias externas. En teoría política, la soberanía es un término sustantivo que designa la autoridad suprema que posee el poder último e inapelable sobre algún sistema de gobierno.

 

Recurrimos a Glen Martin para precisar el concepto:

 

“Tanto el sistema capitalista como el sistema de estados nacionales soberanos se desarrollaron a partir del paradigma de la modernidad temprana que comenzó a solidificarse en el siglo XVII… El concepto tradicional de "soberanía" se redefinió para ajustarse a este nuevo modelo atomístico… La soberanía de las naciones del mundo es un reclamo que no admite una ley superior a la suya y que otorga una prioridad incuestionable a los intereses nacionales, especialmente a aquellos considerados como "vitales", es decir, primero y ante todo, la seguridad frente a la agresión extranjera, y en segundo lugar la prosperidad económica… El derecho internacional establece como primer principio que sus sujetos únicos son estados soberanos, y luego define a los estados soberanos como aquellos que no reconocen una legislación superior a la suya, anulando así su propia autoridad.”[1]

 

La soberanía nacional abarca entonces:

 

1. Derecho a decidir sin intervención o injerencia extranjera, la autodeterminación. Esto incluye la protección contra cualquier intervención foránea.

 

2. Derecho a disponer de sus recursos naturales, igualmente sin intervención o injerencia extranjera.

 

La soberanía nacional la entiendo por extrapolación a la soberanía que tendría una ciudad hace unos siglos respecto a la nación. Ahora la relación es de la nación respecto al planeta. Pareciera que, siguiendo esta extrapolación, todo aquello que trascienda a la nación estado debería estar fuera del ámbito de la soberanía nacional.

 

Bajo un gobierno mundial, el punto 1, la autodeterminación, es relativamente fácil de saldar. Una nación es soberana para decidir sobre todo aquello que no trascienda sus fronteras, que no tenga efectos más allá de sus fronteras. En el momento en que algo afecta a otros territorios, pasa a ser competencia internacional, global. La única forma de darle tratamiento a estos aspectos es mediante un gobierno mundial efectivo, sujeto a un Parlamento electo democráticamente, como lo propone la Constitución para la Federación de la Tierra.

 

Un aspecto importante, si no fundamental, para garantizar esto, es la suspensión de todo tipo de armas de destrucción masiva, territorios de ocupación, bases militares extranjeras, etc.

 

Chávez nos hablaba, citado por Julio Escalona, de “soberanía solidaria”.  Mi soberanía termina en donde comienza la tuya.

 

El segundo punto es más difícil. Cada población aduce como propios los recursos naturales existentes en su territorio, este es un paradigma ampliamente incrustado en nuestra consciencia. Antiguamente cada ciudad tendía a considerar suyos los recursos en su ámbito, pero eso ya dejó de ser así, ya se consideran de ámbito nacional.

 

La tendencia será, me imagino, a que en el futuro las “propiedades” nacionales tenderán a ser de carácter global. Pero en la transición viene la dificultad.

 

Creo que la única forma de saldar esto es considerar un doble carácter: los recursos naturales del planeta son para todos los habitantes del mismo, pero deberán usarse para satisfacer en primera instancia las necesidades de la localidad. Bajo la Constitución para la Federación de la Tierra se organiza el planeta en Distritos Electorales, sin embargo, necesitamos definir un ámbito socioeconómico, más allá de lo electoral y civil y político, tal como la plantea PROUT a través de Unidades Socioeconómicas Autosuficientes manejadas democráticamente por sus pobladores. Estas unidades pueden coincidir con los límites geográficos de las actuales naciones-estado, o estas contener un número de ellas.

 

Las élites mundiales han manipulado a la opinión pública con el concepto de soberanía. Lo exaltan, como un paradigma intocable. Pero lo irrespetan, al no dar a las naciones y pueblos del mundo libertad para seleccionar libremente la forma de gobernarse.

 

Mientras el Complejo Militar Industrial Financiero mantenga el control del mundo, mientras no derrotemos al neoliberalismo, el concepto de soberanía que ellos pretenden imponer tendrá que ser revisado.

 

Como dice Glen Martin, el soberano es el pueblo, la gente como individuo habitante del planeta.

 

“El ideal revolucionario francés, como el ideal revolucionario estadounidense que tuvo lugar en esta misma época, implicaba el entendimiento de que el pueblo es soberano y la verdadera fuente de la ley legítima y la autoridad gubernamental, la autoridad que une a cualquier comunidad auténtica en un NOSOTROS común bajo un régimen universal de leyes idealmente dirigidas al bien común de todos.

 

La ciudadanía auténtica solo puede ser global y, por lo tanto, coextensiva con los derechos humanos universales. El poder constituyente del NOSOTROS soberano debe entonces delegarse a una autoridad mundial, bajo una constitución mundial, y desde allí a las autoridades nacionales, luego a las autoridades regionales y locales. Ésta es la única jerarquía legítima de leyes democráticas. El poder legislativo legítimo surge del pueblo, de la soberanía de los pueblos de la Tierra, y solo desde allí puede delegarse a las autoridades locales y nacionales..

 

La única soberanía legítima es la de la gente de la Tierra. [2]

 

Algunas personas y muchas naciones ven la posibilidad de un gobierno mundial con recelo, porque representaría una pérdida de soberanía. Implicaría delegar ciertas decisiones a un poder que estaría por encima de la nacionalidad.

 

Sin embargo, un gobierno mundial democrático, federado, en los términos planteados en la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra, con un Parlamento Tricameral que toma decisiones, sin poder de veto de ninguna nación o poder, es mayor garantía del respeto a la soberanía nacional.

 

Un Parlamento de tres Cámaras permitirá un equilibrio en la diversidad: la Cámara de las Naciones (con una a tres representantes de cada país, según su población), la Cámara de las Gentes (1.000 delegados, uno por cada uno de los 1.000 Distritos en que se subdivide el planeta) y la Cámara de los Consejeros (200 delegados con visión planetaria). Allí no hay veto, se decide democráticamente.

 

Bajo un gobierno mundial de esa índole, las naciones tendrán la garantía de autonomía en sus decisiones, de que no habrá poderes externos, económicos, militares, que ejerzan presión o acción de fuerza para imponer condiciones favorables a sus intereses.

 

Se delegan a un poder mundial equilibrado, bajo la unidad en la diversidad, sólo las decisiones que van más allá del ámbito nacional, como las relacionadas con el clima, las disputas territoriales, y la regulación de las relaciones internacionales. Las fuerzas de poder unilateral estarían limitadas por el poder de la mayoría, representada en el Parlamento Mundial.

 

Para las cuestiones nacionales, el artículo 14 de la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra da las suficientes salvaguardas, de dar crédito y fe plenos a los actos públicos, se asegura la libertad de selección de su sistema político, económico y social. Es decir, soberanía.

 

En cambio, en la situación unipolar, bipolar o multipolar actual, la mayoría de las naciones ven menoscabada su soberanía efectiva, ante los poderes fácticos mundiales. La soberanía que proclaman en sus Constituciones, se ve violada en la práctica por las élites mundiales.

 

Por eso decimos que, bajo la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra, la Soberanía Nacional queda no sólo garantizada, sino fortalecida.

 

Cito a Roger Kotila:

 

Si "soberanía" significa más independencia y capacidad para que las naciones pequeñas y menos poderosas sirvan a su gente, creo firmemente que la Constitución de la Tierra es la solución, muy superior a la Carta de las Naciones Unidas cuando se trata de dar a las naciones más capacidad para servir a sus pueblos, los ciudadanos.

 

En lugar de tener que luchar contra la CIA y sus grupos fachada y activos de los medios, pueden concentrarse en la educación, la atención médica, la vivienda, etc., para su gente. Si quieren una economía socialista, pueden tenerla sin la interferencia de la oligarquía estadounidense.

Roger Kotila

 


 

Strengthened National Sovereignty

Leopoldo Alberto Cook Antonorsi

03/28/2023

 

The global elites, the “Empire”, manipulate the concept of national sovereignty.

 

On the one hand, they defend it, exaggerate its importance, to keep us divided into 193 fragmented entities.

 

On the other hand, they try to manipulate the concept of sovereignty, highlighting, for example, the immense importance of the forest reserve for the global climate, for the regeneration of oxygen and the capture of carbon dioxide, as well as the supposed inability of governments to manage these resources responsibly. This in order to strengthen their world power.

 

Sovereignty is a controversial and complicated concept today.

 

The establishment of a democratic federated world government in the terms established by the Constitution for the Federation of the Earth, poses, like any other world government project, several important difficulties, such as the elimination of weapons of mass destruction to achieve a lasting peace, the submission of transnational powers to the decisions of the people and the resistance of nation-states that consider themselves “sovereign”, to name just three of the big problems.

 

Only because we are in an immense civilizational crisis that encompasses everything, the necessary and sufficient conditions can surely be given for a change to become inevitable and irreversible.

 

Sovereignty is the supreme political power that corresponds to an independent State, without external interference. In political theory, sovereignty is a substantive term that designates the supreme authority that possesses the ultimate and unappealable power over any system of government.

 

We turn to Glen Martin to clarify the concept:

 

“Both the capitalist system and the system of sovereign nation states developed out of the early modern paradigm that began to solidify in the 17th century…The traditional concept of 'sovereignty' was redefined to fit this new atomistic model…Sovereignty of the nations of the world is a claim that does not admit a law superior to its own and that gives unquestionable priority to national interests, especially those considered "vital", that is, first and foremost, security against the foreign aggression, and second economic prosperity… International law establishes as its first principle that its sole subjects are sovereign states, and then defines sovereign states as those that do not recognize legislation superior to their own, thereby nullifying their own authority .”[3]

 

National sovereignty then encompasses:

 

1. Right to decide without foreign intervention or interference, self-determination. This includes protection against any foreign intervention.

 

2. Right to dispose of their natural resources, likewise without foreign intervention or interference.

 

I understand national sovereignty by extrapolation to the sovereignty that a city would have a few centuries ago with respect to the nation. Now the relationship is of the nation with respect to the planet. It seems that, following this extrapolation, everything that transcends the nation-state should be outside the scope of national sovereignty.

 

Under a world government, item 1, self-determination, is relatively easy to settle. A nation is sovereign to decide on everything that does not transcend its borders, that does not have effects beyond its borders. The moment something affects other territories, it becomes international, global competition. The only way to address these issues is through an effective world government, subject to a democratically elected Parliament, as proposed in the Constitution for the Federation of Earth.

 

An important, if not fundamental, aspect to ensure this is the suspension of all types of weapons of mass destruction, occupation territories, foreign military bases, etc.

 

Chávez spoke to us, quoted by Julio Escalona, of “solidarity sovereignty”. My sovereignty ends where yours begins.

 

The second point is more difficult. Each population claims the existing natural resources in its territory as its own, this is a paradigm widely embedded in our consciousness. In the past, each city tended to consider the resources in its area its own, but that is no longer the case, they are now considered national.

 

The tendency will be, I imagine, that in the future national "properties" will tend to be global in nature. But in the transition comes the difficulty.

 

I believe that the only way to settle this is to consider a double character: the natural resources of the planet are for all its inhabitants, but they must be used to satisfy the needs of the locality in the first instance. Under the Constitution for the Federation of the Earth, the planet is organized in Electoral Districts, however, we need to define a socioeconomic scope, beyond the electoral and civil and political, as proposed by PROUT through Self-Sufficient Socioeconomic Units managed democratically by its inhabitants. These units may coincide with the geographic boundaries of the current nation-states, or they may contain a number of them.

 

Global elites have manipulated public opinion with the concept of sovereignty. They exalt it, as an untouchable paradigm. But they disrespect it, by not giving the nations and peoples of the world freedom to freely select the way to govern themselves.

 

As long as the Financial Industrial Military Complex maintains control of the world, as long as we do not defeat neoliberalism, the concept of sovereignty that they intend to impose will have to be reviewed.

 

As Glen Martin says, the sovereign is the people, the people as individual inhabitants of the planet.

 

“The French revolutionary ideal, like the American revolutionary ideal that took place at this same time, implied the understanding that the people are sovereign and the true source of legitimate law and governmental authority, the authority that unites any authentic community in a common US under a universal regime of laws ideally directed to the common good of all.

 

Authentic citizenship can only be global and therefore coextensive with universal human rights. The constituent power of the sovereign WE must then be delegated to a world authority, under a world constitution, and from there to national authorities, then to regional and local authorities. This is the only legitimate hierarchy of democratic laws. Legitimate legislative power arises from the people, from the sovereignty of the peoples of the Earth, and only from there can it be delegated to local and national authorities.

 

The only legitimate sovereignty is that of the people of Earth.[4]

 

Some people and many nations view the possibility of world government with suspicion, because it would represent a loss of sovereignty. It would imply delegating certain decisions to a power that would be above nationality.

 

However, a democratic, federated world government, in the terms set forth in the World Constitution for the Federation of the Earth, with a Tricameral Parliament that makes decisions, without the power of veto of any nation or power, is a greater guarantee of respect for the National sovereignty.

 

A Parliament of three Houses will allow a balance in diversity: the House of Nations (with one to three representatives from each country, depending on its population), the House of Peoples (1,000 delegates, one for each of the 1,000 Districts in which the planet is subdivided) and the House of Counsellors (200 delegates with planetary vision). There is no veto, it is decided democratically.

 

Under a world government of this nature, the nations will have the guarantee of autonomy in their decisions, that there will be no external, economic, or military powers that exert pressure or force action to impose conditions favorable to their interests.

 

Delegated to a balanced world power, under unity in diversity, only decisions that go beyond the national sphere, such as those related to the climate, territorial disputes, and the regulation of international relations. The forces of unilateral power would be limited by the power of the majority, represented in the World Parliament.

 

For national issues, article 14 of the World Constitution for the Federation of the Earth gives sufficient safeguards, giving full credit and faith to public acts, the freedom of selection of its political, economic and social system is ensured. That is, sovereignty.

 

On the other hand, in the current unipolar, bipolar or multipolar situation, most of the nations see their effective sovereignty undermined, before the global powers that be. The sovereignty that they proclaim in their Constitutions is violated in practice by world elites.

 

That is why we say that, under the World Constitution for the Federation of the Earth, National Sovereignty is not only guaranteed, but also strengthened.

 

I quote Roger Kotila:

 

If "sovereignty" means more independence and the ability for smaller, less powerful nations to serve their people, I firmly believe that the Earth Constitution is the solution, far superior to the United Nations Charter when it comes to giving people nations more capacity to serve their people, the citizens.

 

Instead of having to fight the CIA and their front groups and media assets, they can focus on education, health care, housing, etc., for their people. If they want a socialist economy, they can have it without the interference of the American oligarchy.

 

Roger Kotila



[1] La lógica del desarme y la tragedia de los comunes, Glen T. Martin

[2] Derechos humanos universales y soberanía de la humanidad: Cómo la Constitución de la Tierra incorpora los verdaderos fundamentos, tanto de los derechos humanos, como de la ley legítima que los protege. Glen T Martin, 03/01/2022.

[3] The Logic of Disarmament and the Tragedy of the Commons, Glen T. Martin

[4] Universal human rights and the sovereignty of humanity: How the Constitution of the Earth incorporates the true foundations of both human rights and the legitimate law that protects them. Glen T Martin, 01/03/2022.

Leopoldo Cook
29 março, 2023
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